Crítica: Rubén Gimeno dirige ‘Madama butterfly’ de Puccini en Sabadell
Crítica: Rubén Gimeno dirige ‘Madama butterfly’ de Puccini en Sabadell
También volvía Andrés Veramendi con un fraseo menos impulsivo y de sacudidas menos marcadas que el Calaf de la temporada anterior pero al que le falta verosimilitud escénica especialmente en el tercer acto. El centro y el agudo son amplios, dotados de metal, bien proyectados y encubriendo bien la emisión como lo demostró en el dúo del final del primer acto y en “Addio fiorito asil”.